¡Ajiaco de la Abuela!: Una sopa cremosa con un toque picante que te transportará a las calles de Líbano!

El ajiaco, plato emblemático de la gastronomía colombiana, se encuentra en una categoría propia dentro del mundo culinario latinoamericano. Aunque variaciones de esta sopa contundente se encuentran en otras regiones, la versión santandereana (específicamente de Líbano) es particularmente apreciada por su riqueza de sabores y texturas, un verdadero deleite para los sentidos.

Del campo a la olla: ingredientes esenciales del ajiaco.

Un ajiaco auténtico comienza con una base de pollo cocido lentamente hasta que la carne se desmenuza con facilidad. A este caldo se le añaden papas criollas, una variedad local de papa de piel amarilla y pulpa firme, las cuales aportan un toque terroso a la sopa. Las guascas, hierbas aromáticas típicas de la región andina colombiana, confieren al ajiaco su aroma distintivo.

Para completar esta orquesta de sabores se utilizan otras verduras como maíz desgranado (preferiblemente maíz criollo), cebolla blanca picada y cilantro fresco. Un ingrediente clave que no puede faltar es el achiote, una semilla que aporta un color amarillo vibrante y un sabor ligeramente picante.

Finalmente, la magia del ajiaco radica en la adición de “capers” (alcaparras) - pequeños botones florales con un sabor salado y ácido- y crema de leche. Estas últimas ingredientes se añaden justo antes de servir para crear una textura cremosa y suave que contrasta con la firmeza de las papas y el maíz.

Ajiaco: más que una sopa, una experiencia cultural.

El ajiaco no es simplemente un plato que satisface el hambre, sino una tradición culinaria que conecta generaciones. Familias enteras se reúnen alrededor de una olla humeante de ajiaco, compartiendo historias y risas mientras degustan este manjar colombiano. En Líbano, la tradición del ajiaco se ha conservado con fervor, convirtiéndose en un símbolo gastronómico del pueblo.

Sabores para todos los gustos: variaciones del ajiaco.

Si bien la receta tradicional de ajiaco santandereano es la más popular, existen variaciones regionales que incorporan otros ingredientes según la disponibilidad y las preferencias locales. En algunos lugares se añade carne de cerdo, costilla de res o incluso pescado al ajiaco.

También existen versiones vegetarianas que sustituyen el pollo por champiñones, tofu o verduras.

Consejos para preparar un ajiaco inolvidable:

• Selecciona ingredientes frescos y de alta calidad. El sabor del ajiaco depende en gran medida de la frescura de sus ingredientes.

• No te apresures a cocinar el pollo. Cocinarlo a fuego lento durante al menos 1 hora garantizará una carne jugosa y un caldo delicioso.

• Añade las guascas al final de la cocción. Esto ayudará a preservar su aroma característico.

• Sirve el ajiaco caliente con arroz blanco y aguacate. La combinación de sabores y texturas es simplemente irresistible.

En resumen, el ajiaco es una sopa que enamora a todos los paladares. Su mezcla única de ingredientes, texturas y aromas la convierte en un plato imperdible para cualquier amante de la comida colombiana. Si tienes la oportunidad de visitar Líbano, no dudes en probar este delicioso manjar, ¡te dejará con ganas de más!